10 de noviembre de 2010

"Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo."

- ¿En qué pensás?
- En nada
- Estás mintiendo..
- No
- Sí..
- ¿Y vos qué sabés? ¿Ahora vivís en mi cabaeza?
- No, pero te conozco, te miro a los ojos y sé que estás pensando en algo
- ¿Para qué preguntás? Si sabés tanto decime a ver ¿En qué pienso?
- No sé, por eso pregunto..
- Ya te dije que no estoy pensando en nada
- No podés pensar en nada
- Sí que puedo
- No te creo...
- .....
- Estás pensando en ella, ¿No?
- Es que no entiendo ¿Cómo fue que la perdí? ¿En qué pensaba?
- ¿Sabés qué? Tenías razón, se puede...
- ¿De qué hablás?
- Cuando la perdiste, estabas pensando en nada.
 ·.·. "Dejando caer la toalla, para pedir revancha" ·.·.


Quizás alguna vez sentimos que los problemas nos superan, que son enormemente gigantes, que no podemos salir de esa situación tan difícil, y hasta llegamos a creer que la vida se nos planteó de esa manera simplemente para fastidiarnos...
Pasado un tiempo la tormenta cesa, y vemos con mayor claridad y enfoque... Desde la distancia lo podemos distinguir... Y ahí está, ése problema que tanto nos lastimó... Pero, ya no se ve igual... Ya no es el mismo, maduró, y se convirtió en experiencia, en aprendizaje, en sabiduría...

Como siempre digo, cuando situaciones de esta naturaleza se nos presentan podemos tomar dos posturas:
Pensar en lo feo que es lo que nos está pasando y hacernos mala sangre... O simplemente resignarnos a entender que es así, y que hagamos lo que hagamos no podemos cambiar la realidad... 
Yo, personalmente, me inclino por la segunda (Aunque eso no quita que alguna vez me haya ganado la tristeza...) 
¿Por qué? Bueno, es simple mi respuesta, y un poco obvia quizás... Es que de ésa manera puedo tomar la situación con mucha más tranquilidad, paz, y tener una mayor capacidad de análisis... 
Los problemas terminan cuando realmente los superamos, la herida no deja de sangrar si no la dejamos cicatrizar. "Si todo lo que te lastima el tiempo lo hace durar hasta que seas conciente que no te hace daño". Cabe aclarar que cuando hablé de superar, nunca me referí a olvidar. Sé bien que el olvido no es la solución, en ningún caso.


Simplemente vive para ser feliz... En cada cosa busca felicidad, en cada sonrisa, en cada mirada, en cada beso, en cada abrazo, en cada caricia, en cada consuelo, en cada palabra, en cada camino, en cada pisada, en cada logro, e incluso en cada fracaso; pero por sobre todas las cosas, en cada corazón.  
La felicidad será tuya sólo si de verdad la quieres, no la descuides. Es fácil encontrarla si en verdad la deseas, pero qué fácil es perderla... 
Creo que uno no logra ser feliz, hasta que no descubre qué es lo que realmente necesita para serlo, pero mucho más importante es darse cuenta de que no se puede ser feliz sin antes darse por completo a los demás. 
El egoísmo de guardarse lo que uno recibe, y no dar nada a cambio, la envidia, la necesidad de sentirse mejor que el resto, no son más que obstáculos, piedras que se planta uno mismo y que de no darse cuenta, lo desvían del camino. 
Por eso yo te digo, si sabés cuál es tu objetivo, fijá la vista en él y por más lejos y borroso que se vea, yo doy fé de que vas a llegar.


Quizás alguien pueda creer que sos mi asignatura pendiente, pero yo puedo asegurar que la tuya, es la felicidad.



  Cecilia N. Zanoni.

2 comentarios: