Vos querías que yo
Me fuera de tu vida
Aunque tu corazón
Pedía a gritos que me quedara
Mis ojos intentaron
Que tus ojos me vieran,
Mi boca quiso
Que tus oídos me escucharan
Pero quien no logra escuchar
Los gritos de su propio corazón,
Está destinado a no ver jamás
La sinceridad de los demás.
- escucha siempre lo que dice tu corazón,
y no dejes jamás que a tus ojos se les haga tarde
para ver los ojos que le hablan sin necesidad de hablar -
Cecilia N. Zanoni
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