4 de enero de 2010

· "Usa mis manos para hacerte una escalera, hasta las nubes, y volar a donde sea" · Un viaje de la nostalgia a la melancolía ·


~ Tengo ganas de volver... ¿Quién no quiso alguna vez volver el tiempo hacia atrás? Pero no, no podemos, quizás sea sólo el deseo de lo prohíbido.. Además, si lo analizamos, tampoco tendría mucho sentido, porque volveríamos a caer en un momento en el cual querríamos volver nuevamente hacia atrás, y así nunca conocer cosas nuevas, siempre encerrados en un círculo vicioso sin sentido, donde las cosas se reiteran una y otra vez, sin sentido alguno... Y así cometer los mismos errores, y nunca aprender de los nuevos, viviendo siempre la misma experiencia... Y así pasarían nuestros años, nuestras vidas, mirando siempre hacia atrás, y nunca hacia adelante... Y cuando uno se da cuenta de esas cosas, suele ser tarde... ¿O no?

... Pero queramos o no, es imposible volver el tiempo atrás... La pregunta es ¿Estamos dispuestos a enfrentar la realidad de una vez?







~ Efecto Mariposa* "El efecto mariposa es la diferencia entre un si y un no, entre una llamada y un silencio, entre un segundo o el próximo.
Una decisión de hace unos años, unos meses o hace una semana puede cambiar tu futuro en las próximas décadas.

Es necesario enterrar el pasado, tu ayer ya pasó, es preciso mirar con tus ojos hacia el horizonte, es urgente levantar tu mirada y caminar, sin ánimo, sin ganas, sin fuerzas quizás, pero caminar, tu pasado es eso, nada más que tu pasado. Hay una sola cosa que queda, tus consecuencias, es el huracán que deja el aleteo, es el si que dijiste, es haber dejado pasar ese micro, es haberte quedado un minuto más, es haber decidido no ir, es quizás haber desviado tu mirada por un segundo.

Tus consecuencias, tus cosechas, tus frutos, tu respuesta, tu recompensa, tu paga, tu vuelto, no es más que el huracán que deja aquella mariposa; nadie dice que tiene que ser negativo, puede ser una bendición, pero siendo sincero, muchas veces se trasforma en aquella pesadilla de una noche de tormenta donde es imposible reconciliar el sueño.

No hay una fórmula, no hay una ecuación, no hay ni siquiera un indicio que nos muestre lo que causará alguna acción, gesto o palabra… No existe la bola de cristal para dilucidar la diferencia entre estar o no estar, entre una decisión o la otra, entre una llamada o el silencio.

Así como en aritmética, álgebra o geometría un pequeño signo, un pequeño número que sea erróneo cambia el sentido y el resultado de una ecuación, el efecto mariposa no es mas que mostrarnos el resultado de pequeñas variantes en nuestra vida por la toma de una decisión o por el simple hecho de no haberla tomado.

Nuestras variables, nuestros daños colaterales siempre están, es imposible borralos, son marcas intrincadas que todo ser humano tiene que necesariamente vivir.

Bajo este efecto mariposa es que nos damos cuenta que no existen los finales, no existe el cierre de un capítulo, no existe el final de la felicidad, ni el acabo de una tristeza; para todos aquellos que esperan un día dejar de amar, un día dejar de sufrir, un día dejar de llorar, un día dejar de esperar… Ese día… Justo ese día no existe… Aceptar vivir, aceptar respirar, aceptar amar, permite que en nuestras vidas no hayan finales, nunca los habrá, ya que un final no es mas que el comienzo de un nueva y profunda historia, de una nueva pluma, de una nueva hoja.

La vida es como un inmenso juego de rol: ganamos cuando logramos alcanzar nuestros mayores deseos. Cada acción y cada pensamiento tienen su efecto en el resultado final, y nos acercan o nos alejan de la meta. ¿Pero hasta qué punto controlamos el juego? ¿Se puede materializar el sueño de nuestra vida?
Según la Teoría del Caos o efecto mariposa una pequeña influencia en el sistema puede causar una reacción global modificando la realidad, tal como el aleteo de una mariposa en Brasil puede provocar un tornado en Japón: es el llamado Efecto Mariposa. Lo que antaño fue considerado magia o milagro no es más que la capacidad humana de sincronizar con la potencia creadora del Inconsciente Colectivo.

…Quisiera separar mi vida de la realidad por un tiempo, quisiera que el mundo se detuviera delante de mis ojos y me mostrara el futuro con un color menos amargo, con algo de esperanza, con algo de amor, con más tranquilidad… quisiera parar aquel huracán.

Un detalle, marcó mí cuerpo, mis ojos, mis manos, mis pensamientos. Una palabra trasformó mi ser, unas letras sepultaron mi realidad… Un aleteo trasformó mi vida.

Es difícil empezar de cero, es difícil olvidar cuando no se puede, cuando ni siquiera se quiere, cuando ya no se tienen las fuerzas ni las ganas, ni el ánimo, cuando tienes terror que las alas de una mariposa produzcan un huracán en tu alma.

El efecto mariposa es la diferencia entre un si y un no, entre una llamada y un silencio, entre un segundo o el próximo, entre parar o seguir… Entre una llamada y un silencio… Entre una llamada y un silencio… Entre una llamada y un silencio…

¿Volverías a cambiar tu pasado?... ¿Volverías a impedir que aleteara? ¿Hubiera dicho que si?, ¿Hubiera amado?, ¿Hubiera perdonado?, ¿Hubiera entregado?, ¿Hubiera contemplado?, ¿Hubiera terminado?

Extrapolando este concepto a la vida diaria, se puede pensar que la vida está llena de “Efectos Mariposas”. Una persona con sus acciones afecta el futuro de otras y una decisión en determinado momento produce un efecto impensado con el tiempo.

Uno no reflexiona sobre las decisiones que toma y como afectan a su entorno, no sólo hoy sino en el futuro.

Hoy lo entiendo y sé que mis decisiones afectan a mi entorno y a los que quiero…
Tus acciones afectan a tu mundo… ¿Cuántos huracanes haz construido?, ¿Cuantos más quedan por construir?"









~ Uno no puede pasar el resto de su vuda evitando al amor sólo por temor a que no funcione... Es mejor intentarlo y fracasar, a llegar a viejo preguntándose "qué hubiera pasado si lo hubiese intentado?", ya que de no fracasar, podríamos llegar a encontrar a esa persona con la cual tenemos algo especial, eso que nos hace tan perfectos cuando estamos juntos... Poder encontrar a esa persona que, aunque no entendamos por qué, puede cambiarnos el ánimo simplemente con hablarnos, abrazarnos, o con una simple mirada, hasta en esos momentos que creemos que nadie podía levantarnos el ánimo o calmarnos. No es éso felicidad? Y no digo "LA felicidad" porque no hay sólo una forma de ser feliz, pero creo que de todas las variantes que pueden llegar a darnos felicidad, ésta es la única que seguramente haría feliz a cualquier tipo de persona. "Te quiero porque creo que entiendes como soy. Te quiero porque a tí te puedo contar lo que a nadie le puedo contar, porque puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido y dejará de ser vacía" ¿Acaso es así como se siente el amor?



Cecilia Noelia Zanoni
(Escrito en el transcurso del 2009, publicado finalmente el jueves, 03 de diciembre de 2009 a las 23:44)