29 de noviembre de 2010

Jugando a "Simón dice"

Simón dice... Manos arriba
(Todos alzan sus manos)
Simón dice... Todos arriba de la mesa
(Todos suben...)
Simón dice... Salten de la mesa
(Todos se arrojan al suelo)
Simón dice... No crean que el Sol tiene brillo propio
(Todos asienten)
Simón dice... La Luna, tan hermosa, brilla por sí sola
(Todos creen que el Sol roba el brillo de la Luna)

... Mientras tanto todos juegan a Simón dice, obedecen según las reglas del juego.

Pero el día que la tierra se interpone entre el Sol y la Luna, ése día la verdad es sólo una: El sol sigue brillando, aún cuando el cielo está nublado su brillo logra atravesar las nubes y llena todo de claridad; mientras que la Luna, como venía anunciando noche tras noche, brillando cada vez un poquito menos, no logra hacerse ver. Luego  el Sol, de a poquito, le vuelve a prestar su brillo... Pero una noche a cada mes la verdad sale a la luz, y el Sol le recuerda  a la Luna que sin él, a ella nadie la distingue.

A pesar de que todos sigan jugando con Simón, el Sol sale cada día a iluminarlos, prestándoles su brillo... Pero cada noche les vuelve a recordar que por más que enciendan una lamparita, ninguna puede brillar tanto como él.

Ay, Luna, si tan sólo pudieras dejar de hacerte cargo del brillo ajeno, si pudieras entender que engañándote no lográs hacer que éso que deseás se vuelva verdad... Quizás los demás lograrían ver tu verdadera belleza, que es única, pero se ve opacada porque vos misma decidiste quitarle importancia.

Siguen jugando, por ahora... Pero cuando el juego termine, todo volverá a ser como antes... Todos sabrán que el verdadero brillo es del Sol, y que vos sólo sos su sombra...

El juego terminó.
Tu tendón de Aquiles se rompió.
Ése que unía tu razón a tu corazón...
Se rompió, o simplemente se escapó...
Es que él era tu tendón de Aquiles
(Sin su brillo, nadie va a verte, y nadie sabrá de tu inmensa belleza,
ay, Luna, por qué lo permitiste...)




Muchas veces encontramos la belleza en la cosa más simple.
¿Por qué empecinarse en parecer lo que no se es?
¿Para qué intentar mostrar una belleza que no es nuestra?
El día que ésa belleza no esté, nadie querrá ver tu veradera e inmensa hermosura.
Por otro lado, si sabemos bien quién somos... Nadie podrá apagarnos nunca...






-Nadie puede robarle el brillo a aquello que brilla por naturaleza-

Cecilia N. Zanoni.

10 de noviembre de 2010

"Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo."

- ¿En qué pensás?
- En nada
- Estás mintiendo..
- No
- Sí..
- ¿Y vos qué sabés? ¿Ahora vivís en mi cabaeza?
- No, pero te conozco, te miro a los ojos y sé que estás pensando en algo
- ¿Para qué preguntás? Si sabés tanto decime a ver ¿En qué pienso?
- No sé, por eso pregunto..
- Ya te dije que no estoy pensando en nada
- No podés pensar en nada
- Sí que puedo
- No te creo...
- .....
- Estás pensando en ella, ¿No?
- Es que no entiendo ¿Cómo fue que la perdí? ¿En qué pensaba?
- ¿Sabés qué? Tenías razón, se puede...
- ¿De qué hablás?
- Cuando la perdiste, estabas pensando en nada.
 ·.·. "Dejando caer la toalla, para pedir revancha" ·.·.


Quizás alguna vez sentimos que los problemas nos superan, que son enormemente gigantes, que no podemos salir de esa situación tan difícil, y hasta llegamos a creer que la vida se nos planteó de esa manera simplemente para fastidiarnos...
Pasado un tiempo la tormenta cesa, y vemos con mayor claridad y enfoque... Desde la distancia lo podemos distinguir... Y ahí está, ése problema que tanto nos lastimó... Pero, ya no se ve igual... Ya no es el mismo, maduró, y se convirtió en experiencia, en aprendizaje, en sabiduría...

Como siempre digo, cuando situaciones de esta naturaleza se nos presentan podemos tomar dos posturas:
Pensar en lo feo que es lo que nos está pasando y hacernos mala sangre... O simplemente resignarnos a entender que es así, y que hagamos lo que hagamos no podemos cambiar la realidad... 
Yo, personalmente, me inclino por la segunda (Aunque eso no quita que alguna vez me haya ganado la tristeza...) 
¿Por qué? Bueno, es simple mi respuesta, y un poco obvia quizás... Es que de ésa manera puedo tomar la situación con mucha más tranquilidad, paz, y tener una mayor capacidad de análisis... 
Los problemas terminan cuando realmente los superamos, la herida no deja de sangrar si no la dejamos cicatrizar. "Si todo lo que te lastima el tiempo lo hace durar hasta que seas conciente que no te hace daño". Cabe aclarar que cuando hablé de superar, nunca me referí a olvidar. Sé bien que el olvido no es la solución, en ningún caso.


Simplemente vive para ser feliz... En cada cosa busca felicidad, en cada sonrisa, en cada mirada, en cada beso, en cada abrazo, en cada caricia, en cada consuelo, en cada palabra, en cada camino, en cada pisada, en cada logro, e incluso en cada fracaso; pero por sobre todas las cosas, en cada corazón.  
La felicidad será tuya sólo si de verdad la quieres, no la descuides. Es fácil encontrarla si en verdad la deseas, pero qué fácil es perderla... 
Creo que uno no logra ser feliz, hasta que no descubre qué es lo que realmente necesita para serlo, pero mucho más importante es darse cuenta de que no se puede ser feliz sin antes darse por completo a los demás. 
El egoísmo de guardarse lo que uno recibe, y no dar nada a cambio, la envidia, la necesidad de sentirse mejor que el resto, no son más que obstáculos, piedras que se planta uno mismo y que de no darse cuenta, lo desvían del camino. 
Por eso yo te digo, si sabés cuál es tu objetivo, fijá la vista en él y por más lejos y borroso que se vea, yo doy fé de que vas a llegar.


Quizás alguien pueda creer que sos mi asignatura pendiente, pero yo puedo asegurar que la tuya, es la felicidad.



  Cecilia N. Zanoni.