31 de enero de 2011

"... comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver."

Mentiría si dijera que no lo extraño... 
Es que extraño esos sentimientos tan variados por esa misma cosa, 
ésa que me hacía tan mal pero a la vez, yo quería tanto...

Sí, mentiría si dijera que no lo extraño, 
pero no miento cuando digo que no siento el deseo de volver...

No sé si lo perdí, no se si me alejé,
no se si lo elegí, ni sé si me tocó,
pero hoy decido yo, y quiero seguir así.

[No, no me trates de entender...
Sé que nadie más que yo, podrá entender a qué o quién le escribo,
no era un amigo, no era un amor, no era familia,
era todo eso, en una sola cosa]

La vida me cruzó otros sentimientos, 
y me dejó ver en tan poco tiempo tantas cosas 
que antes no veía incluso cuando las tenía en frente... 
¡Y qué cosas tan lindas!

Cuánta confusión habia en mí, 
sin saber a dónde ir, para dónde correr,
a quién mirar, a quién saltear.
Pero el tiempo es sabio,
y el destino suele sorprender.

Fue entonces cuando pasó,
tan solo un instante, pero ése instante fue eterno.
Se paró el reloj en sus ojos color miel
y una revolución dentro de mí se desató.
"Es un instante de belleza muy cruel"
Yo no sé si está bien, no se si está mal,
pero me dió una razón para pelear.















A partir de hoy, sólo voy a ser yo,
 y mi anhelo de libertad.
Quien me quiera acompañar
¿Me podrá seguir el paso?
Es que de éso se trata: Libertad.
  
Cecilia N. Zanoni.