29 de julio de 2010

El búmeran, la vida...

A veces me pongo a pensar y me pregunto por qué me tocó a mí, o qué hice para merecer ciertas cosas... Pero ¿Es realmente el vuelto? ¿O simplemente es lo que viene? Dicen que la vida es como un búmeran, y que cuando vuelve, arrastra más cosas de las que dimos. Creo que no dí lo malo, y que todo este mal le va a volver a quienes corresponda, y que algún día el mío llegará cargado de amor, sonrisas y  felicidad.
La vida es una sola, yo quiero dar lo mejor y ser muy fuerte mientras pueda y aguantar, sin rendirme, para que cuando ya no me queden fuerzas, mi búmeran vuelva para devolvérmelas.
Amo mi vida porque sé que es hermosa, con sus defectos, pero hermosa al fin. Por más cosas malas que haya, sé que son inevitables y es lógico que éstas resalten más que las buenas, porque siempre vamos a valorar lo bueno que tuvimos cuando ya no esté, y aunque no queramos que sea así, sólo cuando lo necesitemos nos daremos cuenta de su verdadero valor.

¿Por qué vivimos pensando en cumplir nuestros sueños? Porque son sueños, precisamente, y los deseamos con las fuerzas del alma. Pero una vez cumplidos nuestros sueños, ¿Qué vamos a querer? Creo que si una persona llegara a cumplir todos sus sueños, llegaría al punto de sentir que tiene una vida perfecta, y se aburriría. Al aburrirse, necesitaría "desear" nuevamente, y es probable que para lograrlo necesite perder algo de todo lo que logró, y así darse cuenta del valor que éso tenía... Y así volver a quererlo... Pero podría ser tarde entonces.
Por eso nunca voy a dejar de soñar, la felicidad no está en una sola cosa, voy a abrir mi mente, y a ser un poco ambiciosa, para poder ir por más y no aburrirme de la "perfección".

Si alguien me hace sufrir, no le guardo rencor, su búmeran volverá y hará lo suyo... Mientras tanto yo, sigo mi camino tranquila.


-Es como si mi corazón creyera que sos un villano, pero pese a ello te siguiera queriendo. Como si me hubieras robado el corazón, y al escaparte temeroso se te hubiese caído, rompiéndolo en mil pedacitos y que, a su vez. cada uno de ellos te siguiera queriendo-




Cecilia N. Zanoni

8 de julio de 2010

"Quien canta es tu carozo, pues tu cuerpo al fin, tiene un alma... Y si tu ser estalla, será un corazón, el que sangre..."

Sé que tú me quieres con todo lo que eres. 
También sé que me extrañas y que a todos por orgullo tú engañas.
Sé que si pudieras otra vez me besarías,
pero me conoces y sabes que lo que hiciste esta vez no tiene vuelta
Me rompiste el corazón, y eso no merece mi perdón (ya no más).

Quizás te preguntes cómo puedo estar tan segura

de todo lo que digo, el truco está en saber
que si miras a alguien a los ojos el tiempo suficiente  
descubres hasta sus secretos más profundos.
Y yo en tus ojos más de una vez me he perdido.



Muchas veces traté de descubrir qué hice mal... Me lo pregunté una y otra vez, pero llegué a la conclusión de que yo no hice nada mal. No cometí ningún error, y lo sostengo, ya que lo único que hice fue hacerme respetar ¿Acaso eso está mal? No lo creo.

A veces por  miedo a perder a alguien querido, nos dejamos pisotear, no nos hacemos respetar, y no defendemos nuestra postura, pero a una persona que no nos respeta, es mejor perderla que retenerla, porque cuando queremos a alguien, buscamos su felicidad, aunque eso implique alejarnos de su vida, porque ya no tenemos lugar en ella, y lo hacemos nada más y nada menos que por respeto a la felicidad ajena, porque querer es respetar.


No dejemos nunca de respetar a quienes nos rodean, y mucho menos dejemos de hacernos respetar. Que el respeto esté por encima de todas las cosas; no dejemos que la ira y el poder, la ambición y la codicia triunfen.

"Las balas son para matar, y la cabeza para pensar: pensar en que estoy, muy lejos de ahí; y vuelvo a pensar, que estoy buscando un refugio, y me vuelvo a encontrar con la caravana de la soledad"




Cecilia N. Zanoni.