Siento el rocío de la mañana
Humedeciendo mi piel,
El sol empieza a salir
Levantando la humedad del asfalto,
La luz anaranjada del amanecer
Me tiñe la cara,
El día está fresco
Pero el sol calienta el aire,
No sopla viento
Sólo una suave brisa
Que acaricia mi boca,
Sensación que me recuerda
A tus dedos acariciando mi cara
Tus labios rozando los míos,
Tus ojos incendiando los míos.
Las mañanas son hermosas
Cuando me recuerdan el brillo de tus ojos
Mirándome como un niño
Inocente e ilusionado,
Tus ojos que me miran enamorados,
Y tu boca con esa mueca de sonrisa
Tan particular.
Cecilia Noelia Zanoni
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